sábado, 29 de septiembre de 2012
viernes, 28 de septiembre de 2012
spectos económicos de mi separacoón
-7.- ASPECTO ECONÓMICO DE MI SEPARACIÓN
Como
mi madre tenía una óptica y una joyería que llevábamos mi madre y mis hermanas
junto con una empleada, ganábamos bastante dinero porque solo éramos dos
ópticas y dos joyerías en Denia y en parte de la Comarca. Y trabajábamos
cuatro personas de la familia. Mas adelante necesitamos mas empleadas.
El
dinero que sacábamos del trabajo nos lo repartíamos mis hermanas y yo, pero yo
se lo daba a mi marido y él hacía lo que quería con él pues yo confiaba
completamente en él, me había casado para toda la vida y ni pasaba por mi
pensamiento que si algún día nos separábamos se iba a aprovechar de mi. Además
en aquella época el dinero lo manejaban los hombres y las mujeres necesitábamos
su permiso para disponer de él.
-Con
el primer dinero que sacamos de la tienda el primer o segundo año de
casados, mi marido le compró una casa a
su madre y la mitad de la de su hermana en Alicante en la calle Pradilla cuando
aún las estaban construyendo. El marido o el
suegro,
no recuerdo bien, de su hermana era un
de los constructores. A mí nunca me había llevado a ver a su madre, era ella la
que venía de vez en cuando a mi casa. A partir de entonces ya empezamos a visitarla en su nueva casa.
-Teníamos
una marina que compró mi padre sobre los años 1.950 en les Bassetes Nord, en primera línea con una
parcela que llegaba desde la arena de la playa hasta la actual carretera Las Marinas
-Sobre
los años 66 vendimos la casa de mi madre que había comprado para casarme y
vendimos la marina de les bassetes de mis padres y con ese dinero mas otra
cantidad que saqué de la tienda, nos compramos dos casas juntas en Marqués de
Campo, 36, arriba de Marsal e hicimos una sola casa de las dos. El manejo
retorcido que hizo de estas dos casas lo he desarrollado en el capítulo -4. “SU
RELACIÓN CONMIGO”
-Con
el dinero de la tienda compró un terreno en Benidorm e implicó a otros amigos
en esa operación diciendo que en tres meses íbamos a venderlo y ganaríamos
mucho dinero. Después resultó que ese terreno era para construir un basurero y
no valía nada. Yo sospecho que lo que pasó es que él lo sabía y pidió mas
dinero del que valía en realidad. Es solo una sospecha, porque él no es tonto y
además necesitaba mucho dinero para la vida que hacía cuando no estaba conmigo.
-Con
el dinero de la tienda compró acciones de varias empresas
-Con
el dinero de la tienda compramos una casa en Cándida Carbonell, que en
principio creo que él era promotor, pero dejó de serlo no se si a la fuerza o
por propia voluntad.
-Con
el dinero de la tienda compramos un terreno en las marinas y nos construimos un
chalet allí
-
Él tenía una oficina de Asesoría Laboral como
Graduado Social en Dénia y al menos otra en Benidorm
Tenía
otros negocios que yo no sabría catalogar adecuadamente porque nunca había
querido hablar de ello conmigo, pero iba mucho a Barcelona, Madrid y Alicante
por cuestiones de negocios. Una vez se fue hasta Estados Unidos.
Cuando
nos separamos e hicimos las capitulaciones todo lo que repartió era lo que se
había comprado con mi dinero de mi trabajo desde los 13 años
Primero
quería repartir, junto con las demás cosas, mi comercio que era herencia de mis
padres y su oficina no. Yo le dije que el comercio de mis padres era mío por
herencia. Luego rectificó y puso a repartir otra vez mi comercio pero añadió su
oficina. Le volví a decir que el comercio era mío por herencia. Entonces quito
del reparto mi comercio. Todo esto lo tengo documentado.
Esto
ocurrió durante varios meses de discusiones hasta que firmé en abril del 77,
sin embargo en noviembre del 75, él vendió las dos casas de Marqués de Campo y
se quedó con el dinero para que no constara ni en las capitulaciones, cuando ya
estábamos en plena crisis matrimonial. ¡Cómo se lo preparaba todo con
premeditación y alevosía! ¡Muy inteligente, ético y moral su comportamiento!
Como
yo creía que era necesario firmar las capitulaciones para separarme y nadie me
dijo que no era obligatorio, las firmé.
Y
así me dejó con un terreno en Pda Capsades y con unas acciones y el terreno de
Benidorm que no valía nada. Con las acciones y el terreno de Benidorm me pude
comprar la casa donde
vivo
actualmente porque donde vivía cuando nos separamos era en la C / Diana que era de alquiler y
con el terreno de Pda Capsades me compré el local donde monté mi óptica en la C /
Colón.
Fíjate tu: con una casa y terreno de mis padres en Bassetes Nord; con una casa
de mi madre que compró en Patricio Ferrándiz para casarnos; con dos casas en
Marques de Campo, 36; con una participación en Edificios Castillo en Cándida
Carbonell para viviendas; con un chalet
y su terreno en Partida Marinas, 462 que compramos e hicimos con el
dinero de mi comercio y donde vivíamos cuando nos separamos; con una casa y
media en Alicante en C/ Pradilla, … DE PRONTO ME QUEDO SIN CASA. ¡Qué generoso
fue conmigo, me lo dejó todo a mí y se quedó en la calle, pobrecito!
Cuando
nos separamos y el se quedó con la
Marina y su terreno, fue con la condición de que eso iba a
ser para mis hijos y que si se vendía se les compraría una casa a cada uno de
mis hijos. Ese fue el acuerdo y se que el año 83, cuando nos divorciamos, mi
marido se la vendió a mi hijo el mayor. Yo pensaba que eso era cumplir con su
palabra como habíamos acordado, pensaba que simuló una venta a mi hijo,
seguramente para pagar menos impuestos que si hacía una donación, porque mal
podía tener mi hijo a sus 19 años el dinero para pagar ese chalet y su terreno,
pero el caso es que ya estaba a su nombre y yo me alegré de ver que las cosas
se hacían como acordamos, que se la había vendido a mi hijo el mayor en
representación de sus dos hermanos menores. Pero me consta que en el año 95 se cambió la marina y su terreno por dos
casas enfrente de donde estaba La
Rosaleda y ahí he perdido la pista de a quién ha ido a parar
lo que se sacó de la marina y no se quien es
el propietario actualmente. Y me temo que ya no pertenece a mi hijo ni
por tanto a sus hermanos.
Pero
“Oh casualidad” el mismo año 1983 de nuestro divorcio, se hicieron la venta de
la marina a mi hijo y dos compras por
parte de dos personas relacionadas muy íntimamente con mi ex. Una de ellas
Carolina y la otra la familia de Juana, pero que en la actualidad es de
ella. Pero quien pagó esas compras realmente?
¿Quizás
se pagaron con el dinero de las dos casas que teníamos en Marqués de Campo, 36
y que vendió año y medio antes de separarnos en plena crisis matrimonial?
Como
firmé esas capitulaciones tan injustas lo asumí pensando que a mi me había
perjudicado enormemente pero que a mis hijos no lo haría, porque entonces yo estaba
convencida de que a ellos los quería.
Como
hubo un desequilibrio económico tan grande, cuando había un evento importante
como es por ejemplo: la boda de alguno de mis hijos; el bautizo o comunión de
alguno de mis nietos, etc él les ayudaba económicamente y a mí, por una
parte me daba rabia de ver que él les
ayudaba y yo no podía hacerlo porque me había dejado muy mal económicamente,
pero por la otra me conformaba y alegraba por mis hijos. Pero esto, indirectamente,
era ganárselos él que era quien pagaba porque se había quedado con todo lo mío.
Eso
de que les ayudaba económicamente, inconscientemente les ha debido de influir a
mis hijos.
José
Antonio en Mozambique
Cuando
José Antonio se fue una temporada a Mozambique, su padre pagó el billete de avión,
pero ni una sola vez le llamó por teléfono para saber como estaba ni le
escribió una carta. Yo le llamaba por teléfono, le escribía cartas, le mandaba
películas
grabadas.
Fui yo la que lo llevó a Madrid al aeropuerto y la que fui a recogerlo con mi hija y mi nieta
cuando volvió. Su padre no tenía nunca tiempo para esas cosas tan
familiares. Lo suyo era aportar el dinero que se había apropiado de lo mío.
Pero supongo que mi hijo se daría cuenta de esto.
Ahora
va diciendo por ahí que cuando nos separamos me dejó todo el dinero de las
acciones a mí. Me dejó el dinero justito y el que le convino porque me dejó sin
casa y necesitaba comprar una porque no tenía para pagar un alquiler, con
tantas casas que había tenido.
Pero
mira como no me dejó el dinero en efectivo del producto de la venta de las dos
casas en Marqués de Campo.
Mi
exmarido ha sido muy ético y generoso conmigo y se quedó en la ruina cuando nos
separamos. “Pobrecito”
Repito:
Al firmar las capitulaciones tan injustas y engañosas, lo tenía asumido, pero
lo que no acepto es que haya dejado a mis hijos sin casa propia y si no puedo
cambiar esto, al menos lo hago público para que se conozca el comportamiento miserable y
mezquino de mi exmarido y de alguna otra persona si es que hay alguien que se
lo aconseja. Que las personas mas íntimamente relacionadas con él tengan casa
propia gracias a “su generosidad” y mis hijos no, NO LO ACEPTO porque es
completamente INJUSTO.
Si
mi marido hubiera cambiado respecto a esto en la actualidad, pensaría que chochea
por su edad, pero cambió en el año 95 y entonces no chocheaba. Algo o alguien
le hizo cambiar.
Hasta
su mirada huidiza es reflejo de su comportamiento mezquino y falso, al menos conmigo durante
los últimos años de casados y hasta en la actualidad, no me mira nunca de frente ni aguanta la
mirada. Rehuye de hablar conmigo, me manda emisarios indirectos cuando quiere
algo y me cuelga el teléfono si le llamo yo o no me lo descuelga. No se si será
por su conciencia, pero yo dudo de que la tenga por las cosas que ha hecho
conmigo y con los hijos que tuvimos juntos y especialmente con José Antonio.
¡Para mi es un personajillo!
Mi
marina en 1971 al fondo, antes de La reforma mayor de ampliación
Marina Bassetes
Nord de mis padres
Divorcio
-6.- DIVORCIO.
En
1983 nos separamos otra vez y enseguida pidió el divorcio, también quería la
anulación por la iglesia pero no la consiguió.
En
cuanto me licencié en Psicología al año siguiente, en 1984, me traje a José
Antonio a vivir conmigo porque era el menos aceptado en casa de su padre. Y los
otros dos venían cuando les apetecía.
Si
cuando estábamos casados ya no quería saber nada de los problemas de los niños,
cuando nos divorciamos aún menos. No quería que le llamara para comunicarle algún problema. Si alguna vez
era necesario decirle algo importante de José Antonio, tenía que llamar a mi
hijo Enrique para que se lo dijera a él. Tanto es así que con el paso de los
años tanto Enrique como su mujer me decían que eso no era problema de ellos y con
toda la razón. Pero que tenía que hacer yo si su padre no quería hablar
conmigo? Y José Antonio siempre careció
de una autoridad razonable paterna
cuando estábamos casados, pero cuando nos separamos ya fue la carencia
absoluta.
.
Hace
unos cuatro años me llama mi hija diciéndome que “su padre le había dicho” que
le diera a ella el apartamento que me compré cuando vendí la óptica de mis
padres y ella me lo pagaría como un alquiler. Pero quien es él para disponer de
mis bienes? No me lo podía haber preguntado
antes a mi? Pero el caso es lo de siempre: poner a mis hijos en mi contra
porque mi hija se enfadó conmigo por decirle que no. Eso no es un
comportamiento miserable, manipulador y retorcido? Es él el que les tiene que
comprar una casa a cada uno con el dinero del terreno y el chalet de Partida
Marinas como acordamos. Y además se lo estuvo prometiendo a mis hijos durante
muchos años y así los mentalizó.
Cuando
hicimos las capitulaciones quedamos en que la marina, que la había pagado yo
con mi trabajo, sería para mis hijos y que si la vendía les compraría una casa
a cada uno. Cuando Mayca se casó en 1994, les compró a Enrique y Mayca un
apartamento a cada uno en Ogisaka y a los pocos años los vendió. En 1983, el
año en que nos divorciamos, le cedió a
mi hijo Enrique la marina y su terreno, pero en 1995 la vendió y compró dos
pisos enfrente de La Rosaleda. A
nombre de quién están esos dos pisos?
Con tantas casas que compramos con el dinero de mi trabajo: la casa que
compró mi madre para casarnos; la marina de mis padres en Bassetes Nord: la
casa que le compró y pagué yo a su madre y hermana en alicante; los dos pisos
en Marqués de Campo; La casa de Cándida Carbonell; el terreno y la casa de Pda
Marinas y mis hijos no tienen casa? En 1983, como acordamos, nada mas
divorciarnos se vio su voluntad de que mis hijos tuvieran casa al cederle la
marina a mi hijo el mayor que sería para los tres, pero en 1995 cambió y ya los
dejó sin nada. Qué o quién le hizo cambiar?
Mirando
fotografías voy recordando cosas y experiencias vividas que me corroboran lo
que yo pensaba sobre el trato que me daba mi marido. Como los últimos años de
casada los pasé tan mal,
sentía
que siempre fue igual y no es así. Por ejemplo, el primer año de casados a mi
marido le gustaba que pintara y me
incitó a participar en un concurso de pintura que organizaba el Ayuntamiento en
julio de 1962.. ¿Cómo en los años 70 y pico casi me rompe lo que estaba
pintando en casa mientras los niños hacían la siesta, cuando vino un domingo de
cazar y empezó a gritarme como un energúmeno?
Esto me corrobora lo que yo pensaba, que todos esos gritos,
humillaciones y malos tratos psicológicos de los últimos años de casados los
tenía programados para que pidiera yo la separación
y así quedar él como el bueno de la película. Y lo consiguió. Y yo caí en la
trampa como una ingenua que es lo que era.
Yo
pensaba que se había vuelto loco por ese comportamiento tan irracional que
tenía conmigo, pero después de separarme me di cuenta que era programado para
que pidiera yo la separación. Pero él mientras iba vendiendo todas las casas
que yo tenía por herencia y las que
habíamos comprado con mi dinero y así quedaban como bienes gananciales. Y en
noviembre de 1.975 vendió los dos pisos que teníamos en Marqués de Campo, cuando
ya estábamos muy mal, de hecho las capitulaciones se hicieron en abril de
1.977. Esta venta la he desarrollado más ampliamente en el capítulo -4. “SU
RELACIÓN CONMIGO”
Qué
personaje más nefasto en mi vida. Lo único bueno que me ha dejado son mis hijos
y he perdido a uno porque su padre no
lo apoyó como se merecía.
Midecisión de divorciarme
-5.- MI DECISIÓN DE DIVORCIARME.
Llegó
una época en que yo ya no podía
aguantarlo más.
Los
dos últimos años ya no me importaban sus ausencias, pero su comportamiento
dictatorial, miserable y egoísta, sus imposiciones injustas, lo mal que me
trataba delante de la gente y delante de nuestros hijos, eso no lo aguantaba.
Yo se que habían otros hombres que hacían una vida parecida, pero a sus mujeres
las trataban con respeto.
Yo
sabía que al menos tenía un ligue y por eso venia a esas horas de la madrugada,
no venia a comer y ni me avisaba, los fines de semana se marchaba con la excusa
de cazar. Yo sospechaba quien era su ligue y preguntaba a sus amigos como es
que no estaba nunca en casa y venía a esas horas de la madrugada y me decían
que era por su trabajo. Yo se que mis amigas no lo sabían, pero los hombres si.
Flaco favor me hicieron negándome el motivo de sus ausencias y su trato
despreciativo hacia mí, porque como no encontraba ningún apoyo en nadie, al
final exploté porque no podía más.
Hay
que tener en cuenta que en aquellos años no se separaba nadie en Dénia y para
mi familia y amistades más íntimas debió de ser, al menos, como algo inusual. Y
para los menos allegados que no conocían lo que pasaba en mi matrimonio porque
yo no lo contaba y creían que mi matrimonio era modélico, les debió de
resultar
incomprensible. No tuve ningún apoyo, más bien todo lo contrario, excepto el de
una de mis hermanas, pero con el paso del tiempo, los disculpé pensando en la
época en que ocurrió y la mentalidad de muchas de las personas de entonces.
Yo
se que entonces mi marido quería a nuestros hijos y que si me trataba de ese
modo ante ellos era para hacerme daño a mi. Sabía que si me separaba y me
quedaba en Dénia, su actitud en contra mía, especialmente ante mis hijos,
hubiera continuado igual o peor y me hubiera hecho la vida imposible como me la
estaba haciendo. Pensé que si me iba fuera conseguía dos cosas: que cesara su
lucha en contra mía y estudiar que es lo que yo quería desde hacía mucho tiempo
Entonces
dije que me quería separar y que quería estudiar en Valencia y se pusieron
todos en contra mía, excepto una de mis hermanas. Lo que más me criticaban es
que me quisiera ir a estudiar, pero casualmente una de las personas que más me
criticó eso, al poco tiempo se fue también ella a Valencia a estudiar y también
tenía hijos pequeños. Pero me dijo hace poco que en su caso era distinto porque
se los dejaba a su madre. En mi opinión eso es pura moralina, porque
desgraciadamente yo ya no tenía a mi madre que hubiera cuidado a mis hijos con
mucho amor, sin embargo, como la mayoría de personas que trabajan fuera de
casa, tenía a una señora empleada en mi
casa desde hacía tres años que quería mucho a mis hijos y los cuidado con mucho gusto y amor, casi como si
hubiera sido mi madre y los dejé tranquila con ella.
Los
mas allegados a mi me aconsejaban que estudiara otra cosa que les convenía más
a ellos y entonces ya no encontraban mal que me fuera a estudiar fuera de Dénia
.
Pero
yo seguí con mi idea y como no tenía ni el Graduado Escolar me matriculé en Las
Escuelas Graduadas en Dénia y saqué el curso. Luego me fui a Valencia y de
lunes a jueves iba a clases para hacer el ingreso a la Universidad para
mayores de 25 años y lo saqué en el primer año. Los jueves por la noche me
venía a Denia hasta el lunes por la mañana y estaba con mis hijos y en la
tienda. En las vacaciones de los niños se venían comigo. El
primer
verano, como los niños estaban acostumbrados a la playa, alquilé un apartamento
en la playa y nos fuimos allí quince días.
Cuando
entré en la Universidad ,
el primer año, hice amistad con una amiga que tomaba los apuntes bien y
entonces, a mitad de curso me vine ya a vivir en Dénia y lo que hacía era irme
los lunes y miércoles después de comer y asistía a las clases y tomaba los
apuntes, me volvía por la noche cada día que iba y los apuntes del viernes que
yo no iba me los dejaba mi amiga.
Yo
echaba mucho de menos a mis hijos y tuve que hacer un gran esfuerzo para
continuar con mis estudios. Tanto esfuerzo hice que se me olvidó mi infancia y
juventud y no podía recordar esas épocas de mi vida.
Nada
mas me fui a Valencia a estudiar, mi marido metió en casa con los niños a su
secretaria favorita. No hubiera podido dejar con mis hijos a la
señora que teníamos en casa desde hacía tres años que quería mucho a mis hijos
y ya los conocía y ellos la conocían a ella? Eso es lo que yo esperaba y lo que creo que
hubiera sido más normal y mejor para mis hijos. Pero, no, tenía que meterse en
casa a su secretaria favorita y encima despedir a la señora que los cuidaba
desde hacía tres años. Pero, la despidieron quizá para no tener testigos de su
verdadera relación?
José
Antonio con los perros.
Enseguida
echaron a los perros de casa porque a la secretaria no le gustaban. Se ve que
ella era más respetable que yo y por eso le hacía más caso que a mí. Al año de esto metieron a Enrique y a José
Antonio internos en un colegio. Enrique ya era mas mayor, tenía 17 años, pero a José Antonio lo mandaron a Onteniente
interno sin ninguna justificación para ello, excepto la de quitárselo de
encima, tenía entonces 12 ó13 años. A mitad de curso lo expulsaron porque una
noche se quemó un colchón en el dormitorio de los niños y creyeron que era él.
Luego descubrieron que no había sido él y pidieron disculpas, pero el daño
estaba hecho. Después de esto y de echar a los perros de la marina, mi
hijo
José Antonio llamaba a la secretaria “La bruja”
porque ella no lo había aguantado nunca. Quizá no lo aguantaba debido a
que era el mas travieso a consecuencia de la mala educación que le había dado
su padre.
Entonces
decidimos volver a convivir a ver si nuestro matrimonio tenía arreglo y la
secretaria se fue de la marina. Pero no lo hubo porque lo primero que hizo mi
aún marido fue imponerme en casa y en mi comercio a la hija de un amigo suyo de
Barcelona para que viniera todos los días a la óptica a controlar nuestra contabilidad y viviendo en nuestra
casa Esto fue la gota que colmó el vaso de agua. Imponerme a una persona ajena
para que controlara mis cuentas. ¿Y las suyas de su oficina me las dejó
controlar a mi? Yo pedí ayuda a mis hermanas como copropietarias del
comercio para que me apoyaran en no
consentirlo, pero como de costumbre me dijeron que cediera. Yo pienso que siempre me decían a mi que cediera porque
como su carácter era tan dictador, impositivo, inflexible y dominante, pensaban
que lo mas fácil era que cediera yo. Yo cedí y lo aguante durante un mes o dos
porque de verdad me hubiera gustado arreglarlo por mis hijos, pero entonces decidí
que lo nuestro no tenía ningún arreglo. Además de haberse metido en casa con
mis hijos a su secretaria favorita, sus férreas imposiciones rayando en el
sadismo conmigo. .Mi marido manipuló la situación con su mente retorcida
imponiéndome eso sabiendo que yo no iba a aguantar más esas imposiciones.
Entonces yo estaba estudiando Psicología en Valencia y me faltaban un año o dos
para licenciarme y cuando estábamos con los amigos me decía que la Psicología no valía
para nada, para humillarme como de costumbre
Entonces
dije que me separaba definitivamente y quedé ante mis hijos y ante todos como
que era yo la que no quería arreglarlo. Y a los niños les dijo: “veis como no
hay arreglo” Los niños eran pequeños y no se daban cuenta de su manipulación
retorcida y miserable y de alguna forma los ponía en mi contra de una forma
sibilina. No recuerdo cuanto tiempo estuvimos conviviendo, no se si fue un año o dos. Pero así aproveché para estar
todos los días con mis hijos.
Relación conmigo
-4.-RELACIÓN CONMIGO.
Su
comportamiento conmigo era ya a los pocos años de casarnos, lo que en A.T. se
llama YO+TU- Yo soy perfecto, tu no vales nada. Sin embargo, antes de casarnos
no era así como demuestran las cartas que conservo de él cuando estuvo
estudiando Graduado Social en Granada antes de casarnos y las fotos que
conservo de solteros y de los primeros años de casados. ¡Qué cambiazo en pocos
años! Quizá el dinero le hizo perder el norte.
Desde
el principio que no quiso hablar conmigo de su trabajo y sus negocios. En ese
aspecto me ignoraba totalmente, yo le preguntaba y él no quería hablar nunca de
ese tema. Pero entonces al menos no me trataba mal. Eso fue en los tres o
cuatro primeros años de casados. A partir de la muerte de mi madre y el nacimiento
de mi tercer hijo José Antonio empezó a cambiar en todos los aspectos: a tratarme
mal delante de mis hijos y de los amigos
y se agudizaron su ausencias nocturnas y de fin de semana y hasta de no venir
ni a comer y sin avisarme.
Sobre
los años 67 nos compramos dos casas juntas en Marqués de Campo, 36 (actualmente
creo que Nº 40), arriba de Marsal e hicimos una sola casa de las dos. Ahí
empezó el deterioro sin retorno por mi
parte de nuestro matrimonio.
Hacía
años que los fines de semana se iba siempre fuera con la excusa de cazar y
entre semana volvía muchos días a las 4 ó 5 de la mañana también con la excusa
de “su trabajo”. Pero en esta época empezó a no venir ni a comer. Yo le
preparaba la comida con ilusión y él no venía, pero lo peor de todo es que ni
me avisaba. Yo se lo reprochaba y gritando me decía que tenía trabajo y no me
podía avisar, entonces yo de la rabia rompía platos contra el suelo, hasta que
un día me fui antes de comer a su despacho y entré sin avisar y estaba
besándose por encima de su mesa con una mujer que trabajaba y trabaja en otra
oficina de Dénia, la llamaré Carolina. Entonces comprendí por que no me avisaba
y dejé de romper platos y vino la indiferencia total. Encima cuando llegó por
la noche entró en casa gritándome como un energúmeno y prohibiéndome entrar más
en su despacho. Su táctica era que cuando hacía algo que estaba mal empezaba a
gritarme antes él y yo tenía que callarme para que no se hiciera un drama
delante de nuestros hijos.
Ya
dejó de importarme lo que hacía él. Ahí empezó la indiferencia total. Eso fue
por los años 68/69
Esas
dos casas en Marqués de campo 36 fueron compradas sobre el año 66 antes de
morir mi madre, con el dinero de mi trabajo y las vendió el 20-11-1975 en plena
crisis matrimonial. Al año y
medio
hicimos las capitulaciones después de muchas discusiones en el tiempo por desacuerdos
en la separación de bienes. ¿Adonde fue a para ese dinero de las dos casas? A
su bolsillo y así ya no tuvieron que constar ni en el reparto de gananciales ni
en las capitulaciones. Muy inteligente él y su comportamiento muy ético y
moral. Pero, Oh, casualidad, Carolina a los pocos años ya tenía y tiene una casa de casi 400m2 en una parcela
de casi 1500m2. ¡Qué casualidad!
Pero
a mis hijos, que yo sepa, no les va a dejar ninguna casa, cuando acordamos al
separarnos que la marina iba a ser para ellos y que si se vendía, con el dinero
se les compraría una casa a cada uno.
Por
los años 73, un día mi marido se fue a
comer con sus empleados y vinieron a recogerlo en un coche. El se sentó al lado
del conductor y encima de sus piernas se sentó una chica, la llamaré Juana, que
hacía poco que había venido a vivir a Denia. Mas adelante me han contado cosas
muy curiosas de esa persona que ahora se las da de gran señora, como que cuando
se lió con mi entonces marido y quedaban en Benidorm, le hacía de madame
buscona intentando llevar a otras
jóvenes también allí, no se si para hacer cama redonda o qué.
Yo
estos problemas no se los contaba nunca a mi madre. Al principio porque yo aún
quería a mi marido y confiaba en él, creía que cambiaría y no quería que mi
madre se metiera en nuestra relación. Mas adelante, cando enfermó, no le
contaba nada para
no
perjudicar su salud, aunque los problemas de la relación con nuestros hijos, su relación conmigo delante de los
niños y de la gente y sus ausencias ya se habían agudizado. A mis amigos
íntimos si que les comentaba algo, pero
siempre quitaban importancia, quizá con la intención de que no se rompiera mi
matrimonio.
Como
yo trabajaba fuera de casa y los niños eran pequeños, procuraba tener a alguna persona que me ayudara con mis hijos
y con las tareas de la casa, pero esto no era siempre. Como entonces teníamos
mas empleadas en la tienda, teníamos dos días libres a la semana cada hermana,
aunque yo por las mañanas iba todos los días, aprovechaba las tardes de esos
dos días libres, cuando los niños estaban en el colegio, para ir a aprender: taquigrafía; otra temporada
pintura; otra guitarra; algún día iba a montar a caballo; una tarde a la semana
iba a casa de un matrimonio extranjero y tocábamos la guitarra
juntos. Yo disfrutaba con estas cosas. Pero todo esto lo hacía a
escondidas de mi marido porque él me tenía todo prohibido.
Mis
amigas sabían perfectamente lo de sus prohibiciones y mis quejas de sus
ausencias volviendo a las 4 de la madrugada, pero un día, una amiga mía de mi
círculo mas intimo con su “gran inocencia” dijo delante de mi marido y de todos
que yo iba a clases de guitarra. ¡La trifulca que armó mi marido delante de todos!
Pero, sin embargo, esa amiga no dijo
nunca nada de lo que hacía mi marido a las 4 de la madrugada fuera de casa. Muy
feminista ella. Para mi esa amiga íntima dejó de serlo desde entonces, la
saludo y me relaciono con ella pero a un nivel superficial.
Pero
yo continué con mis clases de guitarra a
escondidas.
Me
gustaba pintar y los fines de semana como se iba y yo me quedaba sola con mis
tres hijos, me quedaba en casa pintando y un domingo yo estaba pintando
mientras los niños hacían la siesta
y
llegó él después de dos días de juerga y cuando me vio pintando, gritando como
un energúmeno me lo quería tirar todo y
casi
me lo rompe porque le sentó mal que estuviera pintando en casa.
Menos mal que
pese a él, yo hacía cosas que me gustaban. Ese comportamiento parece el
de un enfermo mental porque tiene rasgos de paranoia.
A
mi me tenía atemorizada porque yo no estaba acostumbrada a ese comportamiento y
a esos gritos. Pero como mi ansia de aprender cosas era muy fuerte continuaba
haciéndolo a escondidas.
Yo
no se si era por ese abandono del colegio a los trece años cuando aún era niña
al morirse mi padre que he relatado en “Retazos de mi Biografía” primer
capítulo de “Mi Infancia”, o por esa sensación de soledad y abandono o si en mi
matrimonio hubiera sido feliz yo hubiera tenido esa ansia de aprender cosas y
de independencia, pero el caso es que las tenía y cada vez mas fuertes. Hice
algún curso por correspondencia en CEAC, como Corte y Confección y Psicología
que me los deje sin acabar. Aún conservo el libro de Psicología de CEAC
Mis
hijos llenaban mucho mi vida y me hacían muy feliz como madre, pero como
persona necesitaba algo mas y llenaba ese espacio aprendiendo cosas.
Mi
madre enfermó de cáncer y ya no estuvo nunca bien. Nunca se quejaba de nada para
que no sufriéramos. El último año yo me la llevé a mi casa de Marqués de Campo
36 y la cuidé. Se lo merecía por mi parte porque nos había dado toda su vida y
cariño. Murió cuando yo estaba embarazada de José Antonio. Yo sufrí mucho con
su enfermedad viendo como iba empeorando cada vez y no se podía hacer nada.
Duró unos tres años.
Mi
marido estuvo a la altura de las circunstancias en ese caso y cuando íbamos a
Valencia a ponerle radioterapia era él el que nos llevaba a mi madre y a mi en
el coche que le había comprado mi madre. Es lo único que tengo que agradecerle.
Pero claro, es que ella lo había tratado como a un hijo, compró la casa para que pudiéramos casarnos y
le compró un coche a él porque lo necesitaba para ir a Alicante a su trabajo.
El
último verano de la vida de mi madre, en el año 67, recuerdo que una hermana de
mi madre, vino unos días a pasarlos con ella porque ya estaba peor y sabíamos que no iba a
vivir mucho. Murió en diciembre de ese año 67. Yo estaba embarazada de José
Antonio y apenada por el empeoramiento de mi madre. En julio que era el santo
de mis dos hijos mayores, mi marido se empeñó en hacer una fiesta a lo grande
para celebrarlo invitando a todos los amigos, padres y niños. Yo quería invitar
solo a los primos que ya se juntaban ocho. Pero él con su comportamiento de
extrema dominancia e inflexibilidad se empeñó en hacer la fiesta a lo grande.
Yo ni tenía ánimos por el estado de mi madre ni fuerza por mi embarazo para
hacerlo, pero él, como un dictador, lo impuso a gritos y me tuve que encargar
de preparar comida para todos, pero llorando de rabia e impotencia y cuando
llegaron todos haciendo buena cara.
Esas
irracionales imposiciones suyas eran ya bastante continuas y con el tiempo cada
vez más.
Lo
que mas le gustaba era dejarme mal delante de la gente. Recuerdo un día que
fuimos a cenar con otras parejas y empezó a echarme por tierra, como era
bastante habitual por su parte, y mi hermana menor empezó a llorar al ver como
me trataba delante de todos. O cuando me traía a alguien a comer los sábados, (por ej.
Pepe Devesa) que yo iba a la tienda y
tenía que levantarme temprano para prepararme la comida antes de irme para que
cuando saliera del trabajo pudiéramos comer a una hora normal, me criticaba
delante de sus invitados que si la pelota del puchero no se podía comer o
cualquier otra cosa. Me han dicho que después de separarnos es él el que hace
la comida cuando tiene invitados, ¡¡qué cambiazo!! Porque cuando estaba conmigo
no ayudaba ni a poner un vaso en la mesa.
Y
una vez que fuimos a Madrid con el doctor Joaquín Pastor, Pepe Puig y sus
mujeres para que le presentaran a un Sr del que necesitaba sus influencias para
trepar? Llegamos al hotel y cuando vio que no llevábamos preservativos me arma
la de San Quintín en la habitación y bajamos al hall del hotel y delante de los
amigos empieza a gritarme como un energúmeno dándome a mi la culpa de no tener
preservativos, con lo fácil que hubiera sido ir a una farmacia y comprarlos.
Pero necesitaba humillarme delante de todos. Después tenía ganas de acostarme
con él? Lo que debí hacer entonces, después de sus gritos, es coger la maleta y
venirme a casa sin avisarle.
Los
últimos años la cuestión era echarme por tierra delante de otros. No me
respetaba y eso es lo que menos pude soportar. Me quería debajo de tu yugo y
despertó en mí el ansia de libertad con sus prohibiciones injustas cuando él
llevaba una vida de dispendios en todos los sentidos y a mi me dejaba siempre
sola.
Y
cuando hizo la reforma mayor de nuestra Marina, que llego un ía del trabajo
después de cerrar al mediodía y me lo veo todo lleno de albañiles y jardineros?
Y cambió la configuración de toda la casa y el jardín sin habérmelo ni comentado
antes. El iba a la suya y a mi me ignoraba humillándome con esa actitud.
José Antonio
con los perros en la marina
Yo
siempre había tenido temor a los perros y no quería perros en la marina y
me obligó a tener perros y no solo uno,
dos a la vez, pero él no se ocupaba para
nada de ellos, yo era la que tenía que bañarlos, hacerles la comida, llevarlos
al veterinario, etc. Resulta que nada mas nos separamos se acabaron los perros
en la marina porque a su secretaria favorita no le gustaban. Y eso fue un gran
disgusto para mis hijos y principalmente para José Antonio que los quería mucho.
Pero se ve que su secretaria era más respetable que yo y por eso la tenía más
en cuenta. Me hizo tragar cosas que eran
imposibles de digerir, me humillaba continuamente.
Su
frase favorita era decirme que estaba loca. Quién es el loco en esta relación?
De hecho, el 22 de agosto le llamé para
decirle que debe de pagar la mitad de la lápida de nuestro hijo que la he
pagado yo. Ha empezado a gritarme que estoy loca, pero así como antes yo me
callaba para no hacerlo mas grande, le contesté que el único loco es él desde
siempre y me ha colgado el teléfono.
Desde
que las cosas empezaron a ir mal en nuestro matrimonio nunca pude hablar con él
porque empezaba con los insultos, pero ahora yo ya no me callo. Le envié un SMS
diciéndole que tiene que pagar la mitad de la lápida que la he pagado yo. Y le
he preguntado si ya ha ido a ver a su hijo al cementerio y a llevarle flores.
Se que no ha ido porque como siempre no tiene tiempo para esas cosas tan
familiares con sus hijos. Hoy 27 de septiembre aún no se nada de si va a pagar
la mitad de la lápida, le he llamado tres veces y no descuelga el teléfono. ¡Es
muy generoso. con las cosas de mi hijo
menor! Sin embargo, para fardar si que lo es generalmente.
Cuando
mis hijos fueron falleros y él presidente de la falla, había algún día que
tenía que invitar él a cenar y yo me pasaba el tiempo guisando para que
invitase a todos los falleros, luego cenábamos todos en el casal lo que yo
había preparado y al terminar me enviaba a casa y me prohibía quedarme después de cenar. Era
completamente injusto que yo me matara a guisar para él y luego no pudiera
disfrutar de la fiesta, cuando otras mujeres de falleros si que se quedaban.
Adonde
si le gustaba llevarme era con sus amistades políticas de Madrid: al barco que
compró para relacionarse con políticos importantes para promocionarse y
trepar. Cuando fue presidente de la
falla Centro invitó a Dénia a unos matrimonios de Madrid, importantes en la
política de entonces, y los invitó a comer, luego de comer nos fuimos a una
cafetería que había en la C /
Campos y me dejó con ellos y se fue a cumplir con su ligue.
La
época de Moros y Cristianos casado conmigo. Estos años de Moro casado conmigo
ilustra muy bien su carácter dictatorial. A mi esa fiesta y su música me
gustaba. Cuando hacían los desfiles yo me ponía junto con otras personas detrás
de la música que no molestábamos a nadie. En cuanto él se enteraba me prohibía
tajantemente ponerme allí y me enviaba a casa. Y no admitía de ninguna forma
que se hicieran filaes de mujeres ni que participaran en los desfiles. Así de
dictador se comportaba. Con el tiempo, cuando empezó haber mas demanda por
parte de las mujeres, como él vio que iba a perder el mando si continuaba
negándose, para no perderlo aceptó a las mujeres. Pero en mi
opinión,
solo aceptó para no perder el mando que es lo que mas le gusta.
Ese
comportamiento tan dictatorial y discriminatorio yo no lo soportaba.
Relación de mi entonces marido con mis hijos
-3.-RELACIÓN DE MI ENTONCES MARIDO CON MIS
HIJOS.
Hago
hincapié en esta faceta para que se vea que mi hijo José Antonio, que era el
pequeño, fue el más perjudicado por las ausencias de su padre y la mala
educación que les daba cuando estaba en casa, en la peor etapa de nuestro
matrimonio que mi hijo era casi recién nacido.
José
Antonio era un niño hiperactivo, algo travieso, muy cariñoso, simpático y de
buenos sentimientos. Era el que mas atención necesitaba y el que más debía
haber tenido una educación acorde entre su padre y su madre. Pero no fue así
porque su padre no estaba nunca en casa y en esta etapa, cuando estaba, no
quería saber nada de los problemas de nuestros hijos y se dedicaba a hacerme la
contraria delante de ellos y quitarme la autoridad. Todo esto debió de influir
mucho en la formación posterior del comportamiento de mi hijo.
Yo
se que mi marido quería a nuestros hijos, pero conforme iban creciendo se
ocupaba menos de ellos porque decía que cuando venía
del trabajo no quería saber ningún
problema y si yo a veces le pedía ayuda por algún suceso ocurrido con alguno de
los niños, empezaba a gritarme delante
de ellos diciendo que no quería saber nada. Así me quitaba a mí la autoridad
delante de mis hijos.
Como
esto empeoró con el paso del tiempo, al que mas le afectó esa mala educación
por parte de su padre fue a mi hijo José Antonio que era el mas pequeño, porque
los primeros años de los dos mayores
fueron mejores respecto a la convivencia con su padre, pero con José Antonio,
al año de nacer ya empezaron los problemas graves. A todos les afectó esa falta
de normas y razonamientos por parte de la autoridad paterna, que suplía con
gritos descomunales o con risas cuando hacían algo mal, pero a José Antonio más
por haber empezado a tan temprana edad.
O
eran gritos o eran risas, nada de razonamientos y normas.
Voy
a contar algún caso concreto para que se vea como ejemplo.
Cuando
José Antonio era pequeño y yo estaba atendiendo a alguien en la tienda y
llegaba dos minutos tarde al colegio a recogerlo, ya se había ido el solo y yo
me angustiaba buscándolo. Eso pasaba bastantes veces y el era muy pequeño para
ir sólo por la calle. Cuando volvía a casa y se lo decía a su padre para que me
apoyara, en lugar de eso empezaba a gritarme diciendo que cuando venía del trabajo
no quería saber nada de problemas, eso delante de mis hijos. Quitarme la
autoridad a mí delante de los niños era su especialidad. Claro, necesitaba el
tiempo y energía para “su trabajo nocturno”.
Pero
sin embargo, a pesar de que no quería saber nada de los problemas de su
educación me hacía la contra en todo lo que yo intentaba inculcarles, como
alguna afición. Si yo les decía que se
hicieran su cama, él les decía que no, si les decía que me ayudaran a poner la
mesa, él les decía que no, etc. Lo único que conseguí con mi hijo pequeño es que fuera a clases de
Judo, ya que yo pensaba que le iban a hacer bien porque era una forma de
controlar y canalizar su hiperactividad, pero como a su padre no le hacía mucha
gracia y así lo manifestaba, se lo
dejó. Eran tres niños pequeños, casi de
la misma edad y yo necesitaba apoyo para su educación y más cuando trabajaba
fuera de casa y su padre no estaba nunca.
Pero
ya que no estaba nunca en casa y no quería saber ningún problema de nuestros hijos,
al menos haberme dejado a mí educarlos a mi manera en lugar de quitarme la
autoridad. Pero ni hacía ni me dejaba hacer a mí. Menudo lío les metió a nuestros
hijos en la cabeza con su costumbre de quitarme a mí la autoridad, cuando él no
estaba nunca en casa.. Y si hacían algo mal estando él y no tenía mas remedio
que implicarse, empezaba a gritar en lugar de razonar. Eso es educación? Con
tanto grito a los niños y a mí? Que
pregunte a un psiquiatra o psicólogo si eso es una buena educación para los niños.
Esta
forma de quitarme la autoridad delante de mis hijos me hacía más costosa su
educación, pues me hacían poco caso cuando les decía lo que debían o no debían
hacer, ya que con esa finalidad los había educado su padre.
Sabiendo
que él quería a nuestros hijos, todo esto me llevó a concluir que lo hacía para humillarme y hacerme daño a
mí. ¿Pero él no se daba cuenta de que a mi me hacía daño pero a nuestros hijos
mucho mas?
Una
vez que fuimos a Andorra con los niños y los amigos, él cargó el maletero del
coche de cartuchos para cazar y los puso “en el fondo del maletero”, después
puso las maletas y yo me había comprado una radio, y me la puso encima de todo
al borde de la puerta. Cuando llegamos a
la aduana y abrieron el maletero, como lo primero que vieron fue la radio me la
quitaron y ya no miraron nada mas y no vieron sus cartuchos, que es lo que él
quería. Lo justo hubiera sido que yo le hubiera dicho al inspector que mirara
el fondo, pero pobre de mi si lo llego a hacer, no se lo que me
Mi
hijo José Antonio en Andorra
hubiera
ocurrido. Eso demuestra su catadura moral. A él le sentó mal que yo me comprara
la radio. Menos mal que yo tenía independencia económica y me la pude comprar
sin su permiso. Pero, ¡Pobre de aquella mujer que no tenga independencia económica y tenga un marido con el comportamiento del mío: tan miserable,
mezquino y egocéntrico. Yo tuve que
pagar para que me la enviaran y cuando la recibí al cabo del tiempo en Denia me
la pongo en el dormitorio y José Antonio
empieza a tocar los botones y me los rompe. La reacción de su padre fue
la de reírse con grandes carcajadas porque me había roto la radio después de
toda la odisea pasada. Que mensaje subliminal le dio al niño? Que tocar las
cosas y romperlas hacía mucha gracia. Ahora bien, si tocaba algo de su padre
los gritos eran descomunales, pero nada de razonamientos.
Después
de esto un día José Antonio se subió a una silla y en una estantería teníamos
los medicamentos y cogió un bote de pastillas tranquilizantes que tomaba mi marido
y se tragó varias pastillas y tuvieron que
hacerle un lavado de estómago. Otro día cogió una botella de gaseosa, le
quitó la goma que llevaba en el tapón y se la tragó. No podía respirar y le
salía espuma por la boca. Lo llevamos al médico y nos enviaron a Valencia,
porque aquí en Dénia en aquella época no podían hacer nada. Nos fuimos a
Valencia, el niño echando espuma por la boca y sin poder respirar bien, yo con
un pañuelo blanco sacado por la ventanilla para que nos dieran paso. En
Valencia se lo pudieron quitar, pero el susto que pasé yo creyendo que no
llegábamos a tiempo a Valencia… Pero claro, su padre le había enseñado que
tocar las cosas, hacía mucha gracia.
Otra
vez fuimos a Canarias y me compré una guitarra, yo sabía que le iba a sentar
mal porque le conozco, pero aún así me la
compré
porque la quería, me armó una trifulca de mucho cuidado delante de todos, como
siempre. Esto fue cuando él ya sabía que yo iba a clases de guitarra porque una
amiga mía se lo dijo.
Recuerdo
un día que mi hijo mayor estaba haciendo
la tarea del colegio y yo le estaba ayudando, como de costumbre, al tiempo que
hacía la cena. Llega su padre mas pronto de lo que era habitual y le dije que
ayudara al niño a hacer la tarea, empezó a gritarle y el niño empezó a llorar y
ya no acertaba una. Le tuve que decir que lo dejara y continuar yo a ayudarlo.
Ya no le pedí nunca más que le ayudara en la tarea. Otro día que llegó mas pronto y yo estaba
haciendo la cena de mis hijos y la nuestra, se sienta a la mesa sin ayudar para
nada como de costumbre y le pide a Enrique que le trajera una cerveza de la
nevera, mi hijo se la lleva y tropieza, cae, se rompe la botella y se corta el
labio. Su padre empieza a gritarme como un energúmeno dándome la culpa a mi y
el niño empieza a llorar de oír los gritos de su padre mas que por lo que se
había hecho Tuvimos que llevarlo a suturarle la herida. Pero el caso era
echarme a mí las culpas de todo delante de nuestros hijos. Entonces tendría
Enrique unos 4 ó 5 años, era por los años 68.
Los
tres o cuatro primeros años jugaba con los niños y pasaba más tiempo con ellos.
Pero algo le hizo cambiar.
Qué
consecuencias se deducen del comportamiento de mi marido respecto a la
educación de nuestros hijos y su relación comigo al respecto? Sus gritos o risas y la carencia de razonamientos, hacerme la contra en todo, echarme a mí la
culpa de todo y no querer ver ni saber los problemas de nuestros hijos. Se
puede deducir las consecuencias para los tres y especialmente para mi hijo José
Antonio por ser el mas pequeño y al que le cogió casi desde su nacimiento ese
comportamiento tan irracional. Cualquiera con un poco de sentido común puede
deducir las consecuencias para mis tres hijos.
Primeros años de casada
-2.-PRIMEROS AÑOS DE CASADA.
Los
primeros años de casados fueron buenos y
yo estaba muy enamorada de mi marido y me sentía respetada por él, pero
algo le hizo cambiar y mucho.
Yo
pienso que el dinero se le subió a la cabeza y perdió el norte y otras cosas,
porque los tres últimos años de solteros que estuvo estudiando en Granada el
Graduado Social para montar su oficina, las cartas que me escribía y aún
conservo eran bien distintas. Y las imágenes de las fotografías que conservo de
aquella época también demuestran sentimientos mas nobles por su parte y en las
instantáneas es más difícil aparentar cosas que no son.
El
primer año fue el mejor en el sentido de que mi marido hacía una vida familiar mas normal. Como había
vivido en una pensión, aprovechaba para invitar en nuestra casa a todos sus
amigos y los míos y lo pasábamos bien. Al segundo año ya se metió en política y
empezó a venir tarde, a las tres o cuatro de la madrugada, pero otros amigos
que iban a las mismas reuniones no volvían a esas
horas.
Sin embargo, entonces no me trataba mal y menos delante de la gente. No me
tenía mucho en cuenta, pero como yo era tan joven y con tres niños en cuatro
años no era muy consciente de ello. A toda mi familia la trataba bien,
especialmente a mi madre que había hecho tanto por él. De hecho, nuestro
matrimonio empezó a hundirse sin retorno al poco de morir mi madre, porque
entonces empezó a perderme el respeto en público, además del que ya me perdía
hacía tiempo en privado.
Al
cuarto mes me quedé embarazada de mi
hijo Enrique, Luego vinieron Mayca y José Antonio. En cuatro años los tuve a los tres.
Cuando
nació mi primer hijo, nacieron también los hijos de mis amigas y mis hermanas
pues nos habíamos casado todos con un año o dos de diferencia. Entonces nos
juntábamos bastante los matrimonios con todos nuestros hijos y lo pasábamos
bien y los niños también.
Nos
juntábamos en alguna de nuestras casas a comer o a cenar, salíamos a tomar un
aperitivo, etc. Mas adelante, si íbamos
todos no había problema, pero mi marido tenía la costumbre de cuando terminaba
su trabajo irse al bar y si algún día, cuando yo cerraba la tienda, me iba al bar donde estaba él con su amigos,
empezaba a gritarme delante de ellos prohibiéndomelo. Yo no le encuentro lógica
a este comportamiento
Su
madre y hermana eran buena gente y se que me apreciaban sinceramente. Mas
adelante, cuando nos separamos, ambas lo
sintieron mucho porque ellas sabían que yo había querido mucho
a
su hijo y le había dado todo lo que tenía. Una cosa que me llamó siempre la
atención es que mi marido nunca quiso hablar de su padre, nunca jamás ni un
solo dato. Yo se que se llamaba José y
debía de ser de Almoradí, porque lo pone en su DNI y en el libro da familia.
Mi
familia teníamos una marina que compró mi padre en les Bassetes Nord y los primeros años de mis hijos íbamos allí en
verano. Mas adelante, sobre el año 66, cuando la vendimos porque nos resultaba
pequeña para todos, en verano alquilábamos una marina y nos íbamos la familia
de mi hermana Pepa y nosotros. Lo pasábamos bien todos juntos con los niños y
yo no notaba tanto las ausencias de mi marido que ya empezaba a no
estar
nunca casa. Los fines de semana se iba y
entre semana muchos días volvía a las 4 ó 5 de la madrugada con la excusa, los
primeros años de la política y luego de “su trabajo”.y de la caza.
Mis
hijos eran para mi todo lo mas importante y era yo sola la que los llevaba: al
circo; al cine en Denia; al autocine nos llevábamos bocadillos y sillas y
cenábamos allí; alguna noche de verano a dormir en la playa bajo las estrellas;
a excursiones en bicicleta; a hablar con sus profesores y a las reuniones del
colegio; cuando se iban de campamento con el colegio era yo la iba a verlos; a
la feria; a la playa y a enseñarles a nadar; les contaba cuentos conocidos e
inventados; jugaba con ellos; la que los llevaba a las funciones del colegio,
me quedaba con ellos a verlas y les ayudaba a aprenderse lo que tenían que
decir; la que les ayudaba a hacer su tarea del cole; la que los llevaba al
médico y los cuidaba cuando estaban enfermos y les hacía mimitos; la que me
Función en el colegio
preocupaba
por ellos si no tenían apetito; la que los consolaba cuando lloraban; la que
les organizaba sus cumpleaños y los llevaba a los de sus amigos; la que les
compraba sus regalos, su ropa y sus caprichos; la que les compraba sus regalos
cuando su padre y yo íbamos de viaje; la que les daba su comida jugando cuando
no querían comer; etc. Mi marido no tenía nunca tiempo para estas cosas.
Los
primeros años de casados a la feria si que venía. Eso sería en los tres
primeros años de casados. Pero a los demás eventos anteriores nunca. Sin
embargo, en esa época se implicaba más en los problemas de mis hijos, aún tan
pequeños.
Una
cosa que tenía por costumbre y a mi no me gustaba y así se lo manifestaba, es
que ya desde su nacimiento, cuando quería celebrar algún acontecimiento les
mojaba el chupete en cava. Se ve que pensaba que eso era “cosa muy de hombres”
Cuando
José Antonio era pequeño ocurrió algo que le marcó para siempre. Un día en el
colegio el profesor le pegó en la cara precisamente encima del oído y le
reventó el tímpano. Yo le dije a mi
marido que podíamos denunciar al profesor y dijo que no, seguramente porque
temía que le dijeran que porqué no iba nunca a hablar con los profesores sobre
su hijo. Lo llevamos a Madrid y le hicieron una tímpanoplastia y no le prendió
y tuvimos que llevarlo por segunda vez a Madrid y le volvieron a operar, pero
tampoco le prendió. Esto fue una gran lacra para toda la vida de mi hijo pues a
él le gustaba muchísimo el mar y nadar y bucear y ya no lo pudo hacer nunca. No
se bañaba casi nunca porque si lo hacia tenía que ponerse un gran tapón de cera
en el oído y no podía bucear que es lo que mas le gustaba, solo nadar un poco
porque
si le entraba agua en el oído enseguida le cogía una infección en el oído.
Precisamente unos meses antes de ocurrir el desenlace, le operaron del oído en
el Hospital Marian Salud y parece que había salido bien la operación. Estaba
pendiente de una revisión. Pero esto fue una gran lacra para el resto de su
vida.
Mi vida de casada-1 Introducción
1.-Introducción a mi vida de casada.
Ni
cuando me separé ni en todos los años que han pasado desde entonces me ha
gustado hablar de mi vida de casada con nadie, ni con mis hijos, pero ahora ha
ocurrido un suceso muy doloroso en mi vida, que es la pérdida tan injusta de mi
hijo José Antonio y hacerme consciente de que mi exmarido se ha comportado como
un miserable y mezquino con él y con los otros lleva el mismo camino.
Escribir
mis memorias lo decidí en febrero cuando
su padre le negó el dinero para arreglarse la boca, 400€ que él se gasta en una
comida. Mi hijo vino muy deprimido y me dijo: “He ido a pedirle los 400€ al
papá y me ha dicho que no. A mi hermano (hermanastro) le compra un coche de
30.000 o 40.000€ y a mi no puede dejarme 400€ hasta que encuentre trabajo” Yo
le dejé los 400€, pero el mal ya estaba hecho por parte de su padre. Esto,
unido a que hace 4 años su padre le dijo que estudiara FP Grado Medio de Cocina
y Gastronomía, que así encontraría trabajo enseguida y mi hijo se esforzó los años
2009-2010-2011 y lo sacó con muy altas notas. Tanto él como yo esperábamos que
su padre, que tiene tantas influencias y ha proporcionado muy buenos trabajos a
muchas personas mucho menos allegadas a él que su
hijo,
le ayudara también a él. Mi hijo me dijo varias veces que si su padre le echaba
una mano encontraría trabajo y yo le decía que se lo dijera a él, porque desde
que nos separamos no ha querido hablar
nunca conmigo (ya no lo hacía cuando estábamos casados). Mi hijo no ha querido
hablarme nunca de su padre, excepto lo de los 400€ que debió de ser la gota que
colmó el vaso de agua en su estado
de ánimo. El ya estaba deprimido y taciturno de verse sin trabajo desde hacía 5
años y sin cobrar ni un euro desde enero del 2010. Yo estoy segura de que se lo
había pedido a su padre. Pero se ve que no quiso ayudarle.
El
día 1 de marzo cogió un trabajo en Javea donde trabajaba 4 horas por la mañana
y 4 por la tarde en la cocina de un restaurante. Yo le dejaba mi coche para que
pudiera descansar dentro después de comer porque no podía hacer dos viajes al
día porque la gasolina se comía el sueldo. Así y todo se le iban 10€ en
gasolina y si se tomaba un café. El cogió este trabajo porque no le salía nada
más. Pero que futuro se veía él con 30€ (se le quedaban 20€) al día por ocho
horas de trabajo?
Mi
hijo cogió una depresión y tiró la toalla. Si hubiera tenido el apoyo que se
merecía por parte de su padre esto no hubiera ocurrido.
No
olvidaré nunca el comportamiento tan miserable y mezquino de su padre con él. Si
mi hijo hubiera tenido un buen trabajo estoy segura que no hubiera ocurrido
esto. Y precisamente ahora que hacía cinco o seis años que había cambiado de
vida y se estaba esforzando muchísimo en todos los sentidos. Y su padre no
tener esto en cuenta, no reconocerlo y ayudarle. Mi hijo no se merecía ese
trato mezquino y miserable por parte de su padre, y menos en esa etapa de su
vida. Allá él con su conciencia, si es que
la tiene, que yo lo dudo. Yo no olvidaré nunca ese trato que le dio.
Los
aspectos económicos de mi exmarido nunca los había comentado con nadie, ni me
había importado nunca su posición económica cuando lo conocí, pues yo no me he
guiado nunca por lo que tienen las personas. No soy como él. La prueba es que
cuando me pidió el dinero de la tienda para comprarle una casa a su madre y media a su hermana al
primer año de casados, enseguida le dije que si y lo encontré bien pues nunca
he sido avariciosa como él. Pero lo que no comprendo es como les compra una
casa a su madre y hermana y a sus hijos no. Esto no lo entiendo, no coincide su
generosidad con su familia y su mezquindad con sus hijos.
Hay
algo aquí que choca fuertemente y que no es lógico ni razonable.
Yo
se que se aprovechó de mi en las Capitulaciones y que repartió solo lo mío y lo
suyo se lo guardó para él. Como yo no pude ni supe hacer nada contra eso ni
nadie me dijo que no era obligatorio firmar, lo tenía asumido mientras me
implicaba a mi sola, creyendo que con sus hijos no haría lo mismo. Pero al
comprobar lo que ha hecho con mi hijo José Antonio y sospechando que a los
otros dos los va a dejar sin nada, eso ya es otra cosa. Hago público el aspecto
económico también. Cuando toca a mis hijos ya es otra cosa distinta que cuando
me toca sólo a mi. Es como jugar con fuego.
Ahora
voy a publicar mis memorias de casada a
pesar de que alguna persona pueda no gustarle y mas cuando mi ex me manda
emisarios indirectos diciendo que estoy loca y los pone en contra mía. Pero
precisamente por esto “necesito hacerlo público”, mas que nada por esas persona
que me critican que lo quiera publicar.
Publicaré
Retazos de mi Biografía y las volveré a publicar las veces que crea
conveniente.
Yo
siempre he sido una persona discreta, pero ahora las circunstancias, el corazón
y la razón me llevan a hacer esto.
Quiero
añadir antes de empezar con Mi vida de Casada las cosas que va diciendo mi
exmarido en la actualidad de mi. Dice: que yo me separé para irme a una comuna
revolucionaria comunista. No se ni donde hay comunas; que le compró dos coches
a mi hijo. Esto es una falacia. El le compró un coche de segunda mano cuando
trabajaba en Ogisaka y nada mas. Cuando vendí la tienda de mis padres le compre
yo una furgoneta que necesitaba para trabajar en jardinería (tengo el
justificante) y les di a mis otros dos hijos una cantidad equivalente en
metálico; Pone como valedor a una persona muy conocida, como testigo de que
cuando metió en su casa con los niños nada mas separarnos a su secretaria, no
tenía con ella ninguna relación íntima, como si esa persona que pone por
testigo hubiera estado presente todos los días donde se acostaba mi marido
desde hace treinta y pico años para comprobarlo.
Quiero
decir que si hablo de sus ligues es porque no se comportó noblemente conmigo.
Si él me hubiera dicho que se quería separar porque se había enamorado de otra persona, yo lo
hubiera aceptado porque ni es la primera persona ni la última que se separa
porque se enamora de otra y yo tengo la mente lo suficientemente abierta para
comprenderlo y aceptarlo. Eso
hubiera
sido actuar con nobleza y lo mejor para nuestra ruptura, porque yo se que esas
cosas ocurren con frecuencia. Pero actuar tan retorcidamente como hizo él:
humillándome constantemente con
malos tratos psicológicos, insultos en
privado e incluso delante de mis hijos y en público; con alevosía vendiendo todas mis propiedades
para que se quedaran como gananciales, eso para mí, repito, es un
comportamiento retorcido, innoble, mezquino, miserable, despreciable…
Una
persona me dijo que a mi hijo José Antonio no le gustaría que publique mis
memorias, pero no es así, porque cuando estaba escribiendo que mi exmarido
había dicho la falacia de que le había comprado dos coches, me mandó una señal
muy clara. No estaba buscando nada y por casualidad, voy a un rincón de un armario
que abro varias veces todos los día y cojo una bolsa de plástico que tenía allí
olvidada, no sabía lo que había dentro y la tenía allí desde hacía más de un
año, la abro y dentro estaba el justificante del coche que le compré yo y mas
documentos pertinentes para estas memorias. Me guió a documentos que todos
corroboran Mis Memorias y que no sabía ni que los tenía. Es que él y yo
estábamos muy unidos. Me emocioné mucho y le mandé un beso muy fuerte.
A
veces pienso que quizá su padre no le quiso ayudar porque estaba más unido a mí
que a él. Porque su comportamiento tan miserable hacia su hijo no lo entiendo y
mas precisamente ahora que había cambiado y se estaba esforzando mucho, entre
otras cosas para complacer a su padre, es cuando mas apoyo necesitaba de su
progenitor y se lo negó. Yo conocía muy
bien a mi hijo y se que sin la depresión no hubiera tirado la toalla, porque él
era un gran amante de La Vida
y siempre ha sido un gran luchador. Pero se vio abandonado por su padre y había
comprobado que no iba a encontrar un trabajo digno y no veía ningún porvenir
para él
Alguien
me ha dicho que lo que ha pasado con mi hijo era su destino. ¿Era su destino
tener un padre así? Yo no lo creo y más
cuando
de solteros y los primeros años de casados no era de ese modo. Algo le hizo
cambiar y mucho.
Voy
a dividir Mi Vida de Casada en varios capítulos para que no se haga tan largo,
especialmente el trato que tuvo los últimos años con sus hijos y conmigo y la
influencia que debió de tener su mala educación en la formación del
comportamiento de mi hijo José Antonio por ser el mas pequeño.
Mi
vida de casada está dividida en siete capítulos: 2-Primeros años de casada;
3-Relación de mi entonces marido con los niños; 4-Relación conmigo; 5-Mi
decisión de divorciarme;
6-Divorcio;
7-Aspecto económico de mi separación; 8-Mi vida después de divorciada
martes, 31 de julio de 2012
Carta segunda a mi hijo la cual publiqué En Canfali Marina Alta
Carta a José Antonio
Sánchez Botella de su madre
José Antonio, me has dejado cuando menos lo esperaba. Quiero
que sepas que te llevaré siempre en mi corazón. Echaré mucho de menos tu
compañía. También he disfrutado mucho contigo aunque discutíamos con frecuencia,
pero eso es fruto de una convivencia tan estrecha como la nuestra. ¡Hasta me
dabas las claves de tu tarjeta de crédito y otras!
Fuiste un niño muy querido, diría que hasta casi mimado por
tu madre, tu padre, hermanos, primos y
tíos, porque: eras el más pequeño, muy
simpático y gracioso, travieso y de buen corazón. Te metías a todos los amigos
y amigas en el bolsillo y hacías amistad rápida y muy fácilmente. Siempre has
sido muy amigo de tus amigos. Esa era
una de tus muchas cualidades. Un trabajador incansable. Mañoso, todo lo sabías
hacer y todos te pedíamos ayuda y tú no
la negabas nunca. Tenías arte para con dos cosas hacer una bonita decoración.
Hace poco, aquí conmigo y con tu hija,
pintaste un cuadro en un momento con una
creatividad y belleza impresionante que lo enmarcaré y conservaré para el
recuerdo de tu creatividad.
Estudiaste jardinería y trabajaste en ese oficio durante 7 u
8 años y últimamente te sacaste el título de F.P. de Grado Medio en Técnico de Cocina y
Gastronomía con una muy alta calificación, que es lo que a ti te gustaba desde
jovencito. ¡Cómo me hubiera gustado que llegaras a desarrollar esta actividad!,
porque tenías destreza y arte para elaborar las comidas
que nos hacías con tanta ilusión aquí a tu hija, a tus hermanos y sobrinos y a
mi, que eran deliciosas y disfrutábamos todos con ellas. Las echaremos de
menos.
Siempre había confiado en que saldrías de tus baches y ahora
que lo habías conseguido te has ido. Pero estarás siempre en mi
corazón. Ahora estás junto a mis padres (tus abuelos) en su compañía, que te
habrán cobijado enseguida en sus brazos. Te caíste en mi casa y esa fue para mi
la señal de que en tu ultimo día querías estar aquí y conmigo como estabas
todos los días y a mi me hacía muchísima ilusión que estuvieras donde tú
querías estar. Me siento orgullosa de ello y creo que tú también lo estarás. Es mi homenaje para ti.
Yo te agradezco muchísimo los esfuerzos y sacrificios que
has hecho para salir de donde estabas. No todas las personas tienen la
valentía, fortaleza y decisión para hacer lo mismo. Te admiro y respeto
profundamente por eso y te querré siempre. Y creo que todas las personas de
bien en Denia reconocen tu esfuerzo y
valentía en la vida. Un beso muy fuerte para ti.
Quiero dar las gracias a Paco Martí Sala y a todas las
personas que te han apoyado y ayudado a salir de tus baches.
Un beso y un abrazo muy fuertes que los sientas desde donde
estés, de tus hermanos, tu hija, tus sobrinos y míos
10 de abril de 2012
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