martes, 31 de julio de 2012

Carta segunda a mi hijo la cual publiqué En Canfali Marina Alta


Carta a José Antonio Sánchez Botella de su madre
José Antonio, me has dejado cuando menos lo esperaba. Quiero que sepas que te llevaré siempre en mi corazón. Echaré mucho de menos tu compañía. También he disfrutado mucho contigo aunque discutíamos con frecuencia, pero eso es fruto de una convivencia tan estrecha como la nuestra. ¡Hasta me dabas las claves de tu tarjeta de crédito y otras!

Fuiste un niño muy querido, diría que hasta casi mimado por tu madre, tu padre,  hermanos, primos y tíos,  porque: eras el más pequeño, muy simpático y gracioso, travieso y de buen corazón. Te metías a todos los amigos y amigas en el bolsillo y hacías amistad rápida y muy fácilmente. Siempre has sido muy amigo de tus amigos.  Esa era una de tus muchas cualidades. Un trabajador incansable. Mañoso, todo lo sabías hacer y todos te pedíamos  ayuda y tú no la negabas nunca. Tenías arte para con dos cosas hacer una bonita decoración. Hace poco,  aquí conmigo y con tu hija, pintaste un cuadro en un  momento con una creatividad y belleza impresionante que lo enmarcaré y conservaré para el recuerdo de tu creatividad.

Estudiaste jardinería y trabajaste en ese oficio durante 7 u 8 años y últimamente te sacaste el título de F.P.  de Grado Medio en Técnico de Cocina y Gastronomía con una muy alta calificación, que es lo que a ti te gustaba desde jovencito. ¡Cómo me hubiera gustado que llegaras a desarrollar esta actividad!, porque tenías destreza y arte para elaborar las comidas que nos hacías con tanta ilusión aquí a tu hija, a tus hermanos y sobrinos y a mi, que eran deliciosas y disfrutábamos todos con ellas. Las echaremos de menos.

Siempre había confiado en que saldrías de tus baches y ahora que lo habías  conseguido  te has ido. Pero estarás siempre en mi corazón. Ahora estás junto a mis padres (tus abuelos) en su compañía, que te habrán cobijado enseguida en sus brazos. Te caíste en mi casa y esa fue para mi la señal de que en tu ultimo día querías estar aquí y conmigo como estabas todos los días y a mi me hacía muchísima ilusión que estuvieras donde tú querías estar. Me siento orgullosa de ello y creo que tú también lo estarás. Es mi homenaje para ti.

Yo te agradezco muchísimo los esfuerzos y sacrificios que has hecho para salir de donde estabas. No todas las personas tienen la valentía, fortaleza y decisión para hacer lo mismo. Te admiro y respeto profundamente por eso y te querré siempre. Y creo que todas las personas de bien en Denia  reconocen tu esfuerzo y valentía en la vida. Un beso muy fuerte para ti.
Quiero dar las gracias a Paco Martí Sala y a todas las personas que te han apoyado y ayudado a salir de tus baches.

Un beso y un abrazo muy fuertes que los sientas desde donde estés, de tus hermanos, tu hija, tus sobrinos y míos

10 de abril de 2012
Mi hijo José Antonio Sánchez Botella


Foto que tenía enmarcada en su casa como imagen idealizada de la relación entre su padre y yo

Retazos de mi biografía. Carta que escribí a mi hijo y luego la retire´y la cambié por otra

Carta Que le escribí a mi hijo cuando falleció mediante Canfali Marina Alta y luego retiré cambiándola por otra.


Carta a José Antonio Sánchez Botella de su madre
José Antonio, me has dejado cuando menos lo esperaba. Quiero que sepas que te llevaré siempre en mi corazón. Echaré mucho de menos tu compañía diaria. A las ocho de la mañana ya estabas aquí, venias a comer todos lo día y hacías la siesta aquí y por la noche venias a cenar y ver la tele un rato. Tenías las llaves y entrabas y salías cuando querías. Esta era tu casa. Te echaré mucho de menos.
Voy a aclarar mi polémica decisión de tenerte conmigo en mi casa tu último día de cuerpo presente en lugar de llevarte al tanatorio.
Por una parte me hacía muchísima ilusión tenerte conmigo tu último día en mi casa que es donde tú más a gusto estabas y por la otra, hace seis meses que estabas con infección de muelas tomando varias veces al día analgésicos y antiinflamatorios porque como estabas en paro no tenías dinero para ir al dentista. ¡Como me hubiera gustado a mi disponer del dinero suficiente para hacerte la vida más fácil y agradable!, pero no era así.,  la persona que hizo el reparto de los bienes de mi trabajo desde los 13 años me dejó en muy mala situación económica. No me duele por mi si no por vosotros que no estarías como estáis. Por fin no tuviste mas remedio que ir y el dentista te hizo un presupuesto con varias soluciones y precios porque como ya te faltaba alguna otra muela no había más remedio que arrancarte las dos con caries pero había que ponerte algo postizo con un puente para que pudieras masticar.  La solución mas barata era una que costaba 400€.  Como yo te estaba ayudando económicamente con otras cosas y sabías que no disponía de mucho dinero te fuiste a tu otro progenitor a pedirle “prestados” los 400€ para pagárselos cuando tuvieras trabajo. Te contestó que no. Viniste a casa y con tristeza y conformismo y no con reproche ni rencor me dijiste: “a mi otro hermano (hermanastro) le compra un coche de 30.000 ó 40.000€ y a mi no puede prestarme 400€ para las muelas hasta que encuentre trabajoA mi esto me dolió profuuuuundamente por lo injusto e inhumano. Por los mismos días ibas a Javea algún día a trabajar con la moto por Les Planes con lo frenos estropeados y volvías a las 23,30 o 24h. Como no encontrabas apoyo de la otra parte, tuve que vender unas cosas y tu empeñar tu sortija que para ti  era muy apreciada y como un amuleto que no te quitabas nunca para que pudieras arreglarte la boca y la moto para que no tuvieras un accidente por Les Planes. Esto fue la gota que colmó el vaso de agua y ocurrió hace un mes aproximadamente. Desde entonces que estoy escribiendo mis memorias para publicarlas. A mi ese comentario de que no te dejaba el dinero me dolió profundamente y mas en el tono conformista en que me lo dijiste. No lo perdonaré. Es que no era para un capricho era para tu salud. Era facilitarte un poco la vida después del esfuerzo que estabas haciendo. No lo comprenderé nunca y por eso me parece un PARIPÉ lo del tanatorio.
Como te conozco, yo sabía que tú hubieras preferido estar tu último día en mi casa y conmigo, como estabas todos los días, ya que yo era de quien verdaderamente recibías todo el apoyo.
Para conseguirlo, tuve que luchar y pelear. Quería  enterrarte  enseguida de traerte de Alicante sin hacerte velatorio, me chantajeó diciéndome que si te llevábamos al tanatorio él pagaba tos los gastos y si no lo pagaría todo yo,  etc. Pero a mi los chantajes no me van. Eso es querer a un hijo?.Pero yo ya no temo como lo hacía hace muchos años a la persona que quería impedirlo. Y no me gustan sus PARIPES hipócritas. Cómo puede importar un rábano la salud de un hijo negándole 400€ y luego ese interés de que no estés en mi casa? Todo un PARIPE.
Tantas influencias que tiene y ha utilizado con otras personas menos allegadas a él que tú para darles buenos trabajos, no las hubiera podido utilizar para encontrarte un trabajo en Dénia y no tener que irte a Javea a las 10h de la mañana y volver a las 12 de la noche sin poder descansar bien? Yo te dejaba mi coche para que pudieras descansar dentro después de comer. Cobrabas 30€ por ocho horas en la cocina, cuatro por la mañana y cuatro por la tarde, pero con la gasolina y si tomabas un café se te quedaba en 20€ por ocho horas. Lo cogiste porque no encontraste otro, pero que futuro te veías tu con ese trabajo?
Quería que tú estuvieras conmigo en mi casa como estabas todos los días en mi compañía y lo conseguí por encima de las sucias artimañas contrarias. Me siento orgullosa de ello y creo que tú también lo estarás. Es mi homenaje para ti.

 Estos días que he ido a recoger tus cosas a tu casa me he encontrado una foto en la que estamos tu padre y yo en actitud cariñosa  y me habías cogido sin decirme nada y te habías enmarcado para ti.
Pero esta foto es de cuando éramos solteros. No se si tu creías que era de casados. Pero después las cosas cambiaron mucho, lo que ocurre es que yo nunca os lo manifesté y quizá ese fue mi error. Idealizasteis una relación que para nada era ideal, si no todo lo contrario

He sufrido algunas veces contigo, pero tú también lo has hecho a veces innecesariamente. También he disfrutado mucho de tu compañía aunque discutíamos con frecuencia, pero eso es fruto de una convivencia tan estrecha como la nuestra. ¡Hasta me dabas las claves de tu tarjeta de crédito y otras!
Estoy muy dolida con tu pérdida y con todo lo que pasó anteriormente. Se te hubiera podido ayudar mas de lo que se ha hecho ahora que estabas bien y quizá esto no habría ocurrido.
De pequeño y también de mayor eras muy simpático, de buen corazón, muy vitalista pero algo travieso. Te metías a todos los amigos y amigas en el bolsillo y hacías amistad rápida y muy fácilmente. Siempre has sido muy amigo de tus amigos.  Esa era una de tus muchas cualidades. Mañoso, todo lo sabías hacer y todos te pedían ayuda y tú no la negabas nunca. Los aspectos negativos se hubieran podido modificar en la infancia con una “presencia y autoridad razonable” de la figura paterna y no con un autoritarismo a gritos las pocas veces que la figura paterna estaba en casa, que lo que hacía era provocar tu rebeldía. Quizá no hubieras ido por los derroteros que tomaste, no lo se.
 Como ejemplo y por no contar mas sucesos: Recuerdo que de bien pequeño si yo me retrasaba 3 minutos por mi trabajo en ir a recogerte a la salida del colegio, cuando llegaba te habías escapado tu solo y yo me angustiaba buscándote. El día que llegaba tu padre a una hora normal, que eran pocas veces porque habitualmente llegaba a la 4 de la madrugada de “su trabajo”, le pedía apoyo para modificar esa conducta y lo que hacía era gritarme  a mí delante de vosotros diciendo que después de “su trabajo” no quería saber de problemas en casa. Así con todos los problemas. De esa forma te autorizaba a ti a hacer lo que querías y a mi me desautorizaba a vuestros ojos y hacía aún mas difícil educaros en soledad. Qué educación es esa?  Y decía que quería tener un número suficiente de hijos para formar un equipo de futbol. ¡Que irresponsabilidad!

Siempre había confiado en que saldrías de tus baches y ahora que lo habías  conseguido  te has ido. Pero estarás siempre en mi corazón. Y hasta cuando me toque a mi irme, nuestros cuerpos estarán juntos y también nuestras almas.
Yo te agradezco muchísimo los esfuerzos y sacrificios que has hecho para salir de donde estabas. No todas las personas tienen la valentía, fortaleza y decisión para hacer lo mismo. Te admiro y respeto profundamente por eso y te querré siempre. Y creo que todas las personas de bien en Denia  reconocen tu esfuerzo y valentía en la vida. Un beso muy fuerte para ti.
Quiero dar las gracias a todas las personas que te han apoyado y ayudado a salir de tu bache.
3 de abril de 2012


martes, 24 de julio de 2012

Coche que le compró mi madre a mi ya marido para que se pudiera desplazar a Alicante por motivo de su trabajo.

Mi Juventud


Mi juventud

Me enamoré de dos chicos de Denia. A los trece años ya me gustaba uno de ellos, Vicente. Luego lo dejamos y me enamoré de otro, Juan.. Ambos creo que eran buena gente y hubiera podido ser feliz y respetada por ellos. Pero con el segundo también lo dejamos porque estaba fuera de Denia estudiando y a mis 14 años debió de ser un hándicap. Tenía bastantes amigos y amigas con los que lo pasábamos muy bien en pandilla.
Mas adelante vino un chico desde Almoradí que vivía en una pensión que había enfrente de mi casa y yo lo veía pasar todos los días varias veces. El presumía de  ser Falangista y trabajaba en la CNS. Andaba deprisa, con pasos largos y parecía muy seguro de si mismo. Con los años esa seguridad se convirtió en un comportamiento: autoritario extremo en su relación conmigo, en dominancia e inflexión y rigidez de carácter y en mi opinión  las características del  comportamiento del dictador.
A mis 16 años nos hicimos novios, él tenía 8 más que yo.
Como él vivía en una pensión, cuando estaba enfermo, por ejemplo un año que cogió las fiebres maltesas se vino a mi casa y allí mi madre y yo lo cuidamos hasta que se recuperó proporcionándole médico,  cuidados y la alimentación adecuada.  En una época que engordó y se quiso poner a régimen, venia a mi casa a comer la comida de régimen que le hacíamos mi madre y yo. Cuando quería invitar a amigos, como en la pensión no podía y no tenía dinero para invitarlos en un restaurante, los invitaba en mi casa. En mi casa era tratado como un hijo más.
Por las fotografías que tengo de esa época, él también parecía enamorado de mí. Pero ahora ya no se si era así después de lo que sucedería con el paso del tiempo.
Siendo solteros se fue a Granada, seguramente porque allí era mas fácil, a estudiar Graduado Social, el título que necesitaba para montarse su oficina, y desde allí me escribía unas cartas románticas preciosas. Pasado el tiempo y las circunstancias pienso que eso era pura palabrería y lo que ha utilizado para trepar porque si hubieran sido sinceras su comportamiento conmigo no se hubiera degradado tanto como se degradó.
     
El día que cumplí veinte años nos casamos. Mi madre se compró  una casa en la calle Patricio Ferrándiz, 94 y nos la dejó para vivir después de la boda. Mas adelante también le  compró a mi marido un coche que le hacía falta  para ir a Alicante por motivos de su trabajo
La luna de miel la pasamos en una casa que le dejaron a mi reciente cónyuge en Torrevieja porque no tenía dinero para pagar un hotel. Como aún no teníamos coche pocas cosas pudimos ver, excepto el trozo de costa delante de la casa donde estábamos.  Lo pasé bien porque lo que quería era estar con mi marido del que estaba muy enamorada. Además era la primera vez que salía de Denia sin carabinas.
22-07-2012



Mi Infancia II

Mi Infancia II

Mi abuelo paterno se llamaba Rafael Botella Mateo nacido en Dénia y mi abuela Teresa Salort Moncho nacida en Miraflor. Tenían una imprenta, la imprenta Botella que estaba en la calle Cop, la cual al morir mi abuelo se la quedó su hermano. Con los años la trasladaron a Javea y actualmente ya no se si la regentan los descendientes, pero aún se llama Botella.
Mi padre tenía una hermana, Teresa casada con Joaquín que tenían tres hijos y vivían en el primer piso de la calle Campos, debajo del nuestro. Mis abuelos maternos se llamaban Juan y  Josefa y habían tenido 4 hijos: Ricarda, Pura, Felipe y Presentación, mi madre.

Desde que éramos pequeñas recibíamos visitas de la familia de mi madre: su padre, sus dos hermanas R. y P. sus maridos y la hija de R., su hermano y  algunos primos que vivían más lejos. Y de la familia de mi padre: primos que vivían en Valencia y otros en Ondara y Miraflor.
De la parte de mi madre, los que mas venían eran mi tía R. y su hija P. y mis tíos Pura e Isidoro, que no habían tenido hijos y se quedaban varios días en mi casa y cuando se iban con el primer tren de la mañana a mi me costaba mucho separarme de ellos y me quedaba llorando asomada en el balcón mirando como se alejaban.
Mi tía R. tenía una voz muy bonita y potente y cantaba muy bien. Como los amigos de mis padres lo sabían, cuando se reunían la hacían cantar y era un deleite para todos oírla cantar, especialmente las jotas.
También venían desde Valencia unos primos de mi madre: Miguel, Celestina y su hija Pilar que era de mi edad.
De la parte de mi padre venían desde Valencia mi tío Paco y Angel que eran representantes de farmacia y mi prima Conchín, de mi edad y mi tía Teresita que era soltera. Mi tía Teresita nos hizo el traje de comunión a mi hermana Pepa y a mí.
A mi me gustaba mucho recibir todas estas visitas porque todos eran muy cariñosos con nosotras.
La familia mi padre que vivían en Ondara y Miraflor venían a vernos y nosotros íbamos también a verlos allí en el tren  porque estaba mas cerca. Algunos de ellos eran los que venían en carro con caballos y a mis hermanas, amigas y a mi nos encantaba que nos subieran y nos llevaran hasta la salida de Dénia cuando se iban. Eso era una fiesta.
Como en aquella época no habían apenas coches, nos dejaban ir solas a los 12 años en bicicleta a Pamis a ver a mis tíos y nos lo pasábamos bomba.
Con los hijos de la hermana de mi padre, mis primos Teresa, Rafaela y Quino nos llevábamos muy bien y siempre estábamos juntos ya que vivíamos en la misma finca.  A mi padre que le gustaban mucho los niños en general y se quedó con las ganas de tener un hijo varón, le encantaba mi primo Quino, también mis primas.
Mis amigas de la infancia eran: Conchita, Juana María, Merche, Vicen, Antoñita, Rosita, etc
¡Qué bien lo pasábamos!











jueves, 12 de julio de 2012

Mi Infancia


Mi Infancia

Mi Infancia

RETAZOS DE MI BIOGRAFÍA
Mi infancia


Nací en Denia, en la posguerra.
Mi padre, Enrique Botella Salort, nació en Dénia y mi madre, Presentación López Brosel en Villafranca del Campo, Teruel. Mi padre hablaba valenciano con los amigos y en casa se hablaba castellano porque mi madre lo entendía pero no lo hablaba porque era aragonesa

Se casaron y nacimos primero yo, en segundo lugar mi hermana Pepa y en tercer lugar mi hermana Enriqueta.
Cuando yo nací, mis abuelos paternos y mi abuela materna ya habían muerto por lo que no los conocí. Mi abuelo materno vivió hasta que yo cumplí unos 10 años y venía de vez en cuando desde Teruel a vernos.
Mis padres eran un modelo como matrimonio y como padres.
Un tio de mi padre, casado con una hermana de mi abuela, tenía un comercio de óptica y joyería en el que trabajaba mi padre y que al morir mi tío se lo quedó en alquiler mi padre.
Los primero años de casados fueron difíciles para mis padres como para la mayoría de las personas por la posguerra. Las comidas muchas veces eran sopa de nabos y alimentos económicos. Como la familia de mi madre tenían en Villafranca del Campo algún cerdo y hacían la matanza, cuando venían a vernos nos traían algún trozo de jamón y embutido caseros que estaban exquisitos, especialmente el jamón. Yo no he comido nunca un jamón tan bueno y sabroso, aún tengo ahora su sabor en el recuerdo.


Primero vivimos en la C/ Pedro Esteve y luego alquilamos el segundo piso encima del comercio de mi padre en la calle Marqués de Campo 14.
Mi padre era el que se ocupaba especialmente de la parte técnica y taller de la óptica y joyería y también de atender al público.
Mi madre bajaba a ayudar a mi padre a ratos cuando éramos pequeñas y mas adelante toda la jornada. Cuando mi padre cerraba su negocio se subía a casa y se sentaba en la mesa camilla con nosotras y jugábamos a algún juego, nos estimulaba  a dibujar, pintar, hacer manualidades, flores de papel, repasar las tareas del cole,  etc. Después de cenar continuábamos también con mi madre nuestras actividades lúdicas. ¡Que buenos esos recuerdos!
Como yo era la mayor, en la óptica, cuando tenía 9 ó 10 años ya me enseñaba a cortar las lentes graduadas y a montarlas en las gafas. Me mandaba al banco a ingresar el dinero. Cuando había algún cliente moroso me enviaba a cobrar y yo iba con una amiga de mi edad.
Como yo era muy curiosa y me interesaba por todo, le hacía muchas preguntas y él con toda la paciencia me lo explicaba todo.
Nos educaba con el diálogo y con razonamientos. Recuerdo su consejo favorito que nos repetía muchas veces: “Lo que no quieras para ti no lo quieras para los demás” Este consejo nos lo repetía tantas veces que a mi no se me ha olvidado a pesar del paso de los años. Lo que ocurre es que en la vida a veces te tropiezas con personas que su máxima es “Aprovéchate todo lo que puedas del otro” y no reaccionas a tiempo. Nunca gritaba ni a nosotras ni a mi madre.
Por las noches, cuando mis hermanas y yo nos acostábamos, mis padres se quedaban en el comedor y se ponían la radio con música clásica y como mi habitación estaba al lado, yo la oía desde mi cama hasta que me dormía. ¡Qué bonita la música! ¡Qué bonitos recuerdos de esa época!
A mis siete u  ocho años mi padre compró una marina en la zona de Bassetes Nord. Tenía una zona de obra: el comedor y dos habitaciones y la cocina, despensa y baño era de madera. Durante el invierno, los domingos que hacía buen tiempo nos íbamos allí y mi padre plantaba y cuidaba algunas plantas y árboles y nosotras nos encargábamos de regarlos. En verano, mis padres se quedaban en Denia por el comercio y venían los fines de semana, nosotras nos íbamos con una sobrina de mi madre, Trini, y estábamos allí todo el verano hasta que en agosto venía alguna tormenta y refrescaba y volvíamos a Dénia.
Cada año para irnos venía un carro y cargábamos las camas y colchones y nos los llevábamos allí y al final del verano los volvíamos a traer a Denia.  Allí teníamos muchos vecinos: los Ferrer, los Bisquert, los Marsal, los Benlloch, los Noguera, Los Morales, los Puig, etc. Nos juntábamos muchos niños de todas las edades. Y los padres  se juntaban cada vez en una casa y organizaban comidas todos  juntos con todos los peques.


En la marina,  muchas veces invitábamos a alguna amiga a convivir con nosotras, como por ej. Conchita Almiñana. Los fines de semana que venían mis padres con la GuaGua, traían hielo y nos hacían helado casero que estaba buenísimo y era una gran fiesta el hacerlo. La heladera era un gran cubo de madera que llevaba dentro otro cubo metálico cerrado con una tapa donde se ponían los ingredientes para el helado: leche, vainilla, azúcar, etc. Entre el cubo de madera y el de metal se llenaba de trozos de hielo y sal y empezábamos a rodarlo turnándonos sin parar hasta que el helado se solidificaba. Y eso era una fiesta para nosotras
Allí nos lo pasábamos muy bien en la playa, con los árboles frutales que habían en cada casa; en una acequia que cruzaba por toda la zona, pues anteriormente era zona agrícola, especialmente de algodón y nos metíamos dentro; en el mar donde cada uno se enseño a nadar como pudo. A mi el mar siempre me ha gustado mucho y nunca le he tenido miedo y me metía al fondo nadando y cogíamos erizos y caracoles de un tamaño entre una almendra y una nuez y los mayores algún pulpo, que a los pequeños nos daban miedo.  Mas adelante, cuando nos casamos mi cuñado Paco de vez en cuando se iba buceando y traía algún pez.
Debajo del suelo del comedor era una cisterna donde se recogía el agua de lluvia que luego utilizábamos sacándola con un cubo. De vez en cuando bajábamos a limpiarla. Mas adelante pusimos una bomba que la llevaba hasta los grifos de la cocina y cuarto de baño. Esa agua tenía un sabor especial. Con el tiempo pusimos agua potable.
En la marina nos lo  pasábamos muy bien jugando con todos los compañeros. También lo pasamos bien en Denia jugando en la calle que no estaba asfaltada y como no habían apenas coches, el medio de transporte eran mas los carros con caballos, toda la calle era nuestra. Allí hacíamos hoyos y nos escondíamos nuestro tesoro. Cuando llovía hacíamos barquitos de papel y los poníamos cerca del bordillo de la acera y los hacíamos navegar. Cuando venía un familiar en carro desde un pueblo  vecino, cuando se iban nos subíamos arriba y nos llevaban hasta la salida de Denia y desde allí regresábamos andando. Eso era una fiesta para nosotros.
Íbamos al Colegio Loreto de las Hermanas Carmelitas.
Mis padres eran muy apreciados ambos por su carácter cordial y afable. A los clientes del comercio de mis padres les gustaba ser atendidos por mi madre por su buen carácter,  paciencia y simpatía. Mi madre  estaba muy enamorada de mi padre y mi padre de ella. La respetaba mucho.


Mi padre de vez en cuando iba a Valencia al médico y cuando éramos más mayores de vez en cuando había que llamar al doctor Lattur padre de urgencia porque no se encontraba bien. Un 31 de diciembre tuvo un disgusto con una cliente y le cogió un infarto, el médico vino enseguida, pero como no había ningún hospital en Denia, no se pudo hacer nada y falleció ese día  a las 12 de la noche. Para mi fue un golpe muy duro pues lo quería mucho y nos llevábamos muy bien.
Al morir él a mi me sacaron del colegio y me puse a trabajar en el comercio con mi madre y otra persona que trabajaba allí. Yo tenía trece años y me tuve que encargar de la correspondencia comercial, la contabilidad, ayudar a montar las gafas. Por las tardes iba a una academia. Yo me sentía, en cierto modo, orgullosa de hacer algo de lo que se había ocupado mi padre, pero se ve que en el fondo me quedé con ganas de aprender más cosas porque esos deseos han perdurado durante toda mi vida y siempre que podía y tenía tiempo aprovechaba para aprender algo nuevo.

11-07-2012